Cómo viajar con su gatito (o dejarlo en casa si es necesario)
Quienes tenemos mininos sabemos lo traumáticos que son los cambios para ellos. Una mera visita al veterinario puede convertirse en toda una odisea, con maullidos quejumbrosos que te hacen sentir el peor ser humano de la Tierra y hasta episodios de hiperventilación.
¡Hasta cambiar un jarrón de sitio puede producirles estrés! Por eso, cuando se trata de viajar, pensamos mucho si llevarnos con nosotros a nuestros adoradas mascotas, y casi siempre acabamos decidiéndonos por el no, que, como nos comentan desde la asociación ABRIGA-FELVET -los mismos que llevan la fantástica Gatoteca de Madrid-, es lo mejor.
Aquí te contamos, entre otras cosas, cómo llevar a cabo esta separación sin grandes dramas. Pero, ¿qué pasa si, por ejemplo, tienes que irte a vivir fuera durante una temporada o simplemente te rehusas a dejar a tu mascota en casa? Ahí no hay discusión posible: ¡necesitas a tu(s) gato(s) contigo!
CONSEJOS GENERALES:
- "En el caso de que realices viajes frecuentes y al mismo lugar, por ejemplo, a casa de familiares, puedes perfectamente acostumbrar al gato a estos viajes y que disfrute de la experiencia, o por lo menos, del lugar de destino", nos aclaran los expertos de La Gatoteca.
- Este mismo centro nos explica que, para viajes de menos de diez días, lo mejor es el que gatito permanezca en el hogar y "que alguna persona de confianza pase diariamente (o cada dos días máximo) a limpiar su arenero, alimentarle y hacerle algo de compañía". Si no tienes a nadie que pueda hacerse cargo de estas tareas, lo mejor es contratar un servicio de cuidado a domicilio o una guardería donde puedan cuidar de él (siendo esta opción el ultimo recurso.
- En cuanto a las residencias de animales (guarderías), algunos como ABRIGA-FELVET las desaconsejan, pues, de este modo, nuestros mininos "acusan la falta de seguridad de no permanecer en su hogar, el estrés de estar en un lugar desconocido e incluso el olor a muchos gatos".
- Si finalmente vas a viajar con él, lleva siempre a tu gato en un guacal duro, homologado por la empresa transportadora y lo suficientemente grande como para que pueda tumbarse y darse la vuelta.
- Lo ideal es llevar también una sábana o similar para cubrir el guacal: "A la mayoría de los gatos, a diferencia de otros animales, les fascinan los sitios pequeños y oscuros", nos explica nuestra veterinaria.
- Procura no darle de comer durante las horas anteriores al viaje, para evitar un posible malestar estomacal.
- Lleva siempre agua fresca contigo y un recipiente en el que el gato pueda beber lo más cómodamente posible.
- Intenta que las condiciones climáticas no sean muy extremas. Por ejemplo, si hace frío puedes meter en su guacal una bolsa de agua caliente.
- Utiliza alfombras absorbentes para que haga sus necesidades en el propio guacal, si este no dispone de un sistema propio de canalización de desechos. Son como una especie de papel de pañal que puedes comprar en tu veterinario y en algunos supermercados.
- Si el viaje va a ser largo, necesitarás un guacal algo más grande en el que quepa un arenero y un bebedero (siempre que el medio de transporte permita su inclusión), como nos recomienda la veterinaria Belén Amil.
- Si puedes, rocía el guacal con feromonas gatunas (se venden en spray). "Como simulan a las que segrega la madre durante la época de lactancia, les hace el viaje más llevadero", añade Amil.
- Si el gato tiene un pico alto de ansiedad durante el viaje, podemos utilizar algunos tratamientos naturales que suelen estar disponibles en algunas veterinarias y tiendas de mascotas algo especializadas.
- Lleva siempre contigo la cartilla sanitaria del gato o su carnet de vacunación (pasaporte) y todas sus vacunas y desparasitaciones al día.
- "Si no tiene microchip, considera ponérselo, ya que es obligatorio en algunos países y necesario en caso de extravío para poder luego identificarlo o poder comprobar fácilmente tu propiedad sobre el animal", nos indica de nuevo Amil.
- Otro consejo de la veterinaria: "Si puedes, mete en el guacal un juguete o alguna manta que le guste especialmente al gato; "con una toalla o manta que al gato le guste. Esos objetos, junto con la presencia del dueño, ayudan a que esté un poco más tranquilo durante el viaje".
- Si el viaje es muy largo, quizá quieras considerar darle un sedante suave al minino. Amil nos explica cómo: "Si sabemos de antemano que nuestro gato lo pasa fatal, que maúlla durante el viaje, que vomita o que lo notamos muy alterado, existen unos medicamentos tranquilizantes y/o sedantes que debemos usar como nos indique el veterinario, ya que según la dosis en la que se administren pueden causar un inocente relax o un sueño profundo, y no todos los gatos reaccionan igual. Deben ser empleados con precaución y siempre de la mano de un veterinario".
- Planea el viaje con mucha antelación, ya que habrá países que te exijan documentación o vacunas que no tengas (y algunas han de estar aprobadas por el Ministerio de Exteriores del destino desde antes de tu llegada).
POR TIERRA
Lo bueno de viajar en carro es que puedes parar cuando lo consideres necesario y sacar al gatete de su guacal durante un rato (por supuesto, con las ventanas y puertas cerradas). Sin embargo, desde la asociación ABRIGA-FELVET consideran que cuanto más largo sea el viaje, peor, así que si el trayecto dura mucho, quizá sea mejor pensar en otro medio de transporte.
Lo más seguro suele ser colocarlos en los pies de los asientos traseros. También es lo más adecuado, porque las mascotas no pueden, bajo ningún concepto, restringir tu libertad de movimiento o tu campo de visión mientras conduces.
No obstante, existe otra opción: Si decidimos que viaje en el carro fuera de su guacal porque así lo hace de manera más tranquila, siempre deben ir atados al anclaje del cinturón de seguridad de los asientos traseros mediante una correa especial junto a un arnés (mejor que collar para evitar un posible ahorcamiento).
El viaje con gato puede ser también en bus, pero en este caso se está bastante restringido. Para empezar, sólo se acepta un número limitado de animales por servicio (entiéndase trayecto) y además, este ha de viajar siempre en la bodega (en el habitáculo de los pasajeros está prohibido normalmente pero al menos en Colombia sabemos que siempre “hay excepciones”), bajo cuenta y riesgo del propietario. Este es el que lo dejará allí dentro siguiendo las instrucciones del conductor, por lo que debe ponerse en contacto con este unos 15 minutos antes de partir. Procure entonces contar con algo de tiempo de sobra.
No obstante, ABRIGA-FELVET nos insiste en que el propietario ha de ir con su mascota: "Un viaje en bodega o maletero puede ser muy traumático para ellos".
Cuando haya logrado salir del país le será posible hacer trayectos de su viaje en tren. Estas empresas, en Estados Unidos y Europa, tiene unas instrucciones muy claras para el transporte de animales, que pueden siempre ser consultadas en el sitio web de la empresa transportadora. En general, viajar con gatos en tren es cómodo y seguro, y está permitido siempre que no se opongan el resto de los clientes, así que si puedes elegir asiento, elígelo en la parte menos concurrida del tren, por lo que pueda pasar y por la propia tranquilidad de tu gato (sólo se permite uno por pasajero). Eso quiere decir, sobre todo, que te alejes de la cafetería y de los baños.
El precio por transportarlo, debe ser también consultado directamente con la empresa.
POR AIRE
Para que tu gatete te acompañe en tu viaje en avión hay algunas pautas generales: tendrás que llamar con antelación para reservar su pasaje (puede que, por ejemplo, no quepa en cabina porque ya haya demasiados animales en ese vuelo) y tu guacal tendrá que estar homologado por la IATA (Asociación Internacional de Transporte Aéreo). Además, tendrás que informarte acerca de las normas del aeropuerto y del país al que te dirijas, preferiblemente en la embajada o consulado correspondiente para evitar sorpresas. En Japón, por ejemplo, es obligatorio que el animal pase 15 días de cuarentena desde su llegada.
Más allá de estas consideraciones generales, la cosa varía mucho según la compañía con la que vueles, así que lo mejor es que te informes en la tuya.
