San Vicente y Las Granadinas. Un paraíso a nuestro alcance.
San Vicente y las Granadinas es un elegante conjunto con los colores de los sueños tropicales. Aguas turquesa, orillas franjadas por palmeras, adornadas con playas blancas, playas negras y arrecifes con peces arcoíris. El archipiélago parece una postal. En su bosque tropical proliferan las cascadas y los arroyos, y al norte, en la Soufrière, un volcán que solo se deja descubrir con mucho esfuerzo.
Aun así, merece la pena, si dispone de un poco de tiempo, que se de una vuelta por San Vicente, mucho menos turística que sus vecinas las Granadinas debido a sus playas de arena negra, para observar su bosque tropical de vegetación exuberante que se despliega alrededor del relieve volcánico. Los más atléticos partirán al asalto del temido volcán la Soufrière, una preciosa excursión de tres horas. También puede interesarse por las Falls of Baleine, unas cascadas de 20 m que se vierten sobre las laderas del volcán. El pueblo pesquero de Layou es uno de los más pintorescos y atractivos.
La costa caribe de San Vicente está protegida de la marejada del Atlántico de manera que tiene un mar menos agitado que el de la costa este. Los fondeaderos de Chateaubelair, Cumberland Bay, Barrouallie, Layou o Buccament Bay son especialmente apreciados. Sin embargo, en este lugar de la isla, la costa muestra una cara aún más abrupta que en la costa atlántica, la carretera que permite bordear el litoral y pasar de una bahía a otra es realmente escarpada y vertiginosa en algunos puntos. En contrapartida, tiene unos espléndidos panoramas.
En las bahías que decoran la costa, las playas son principalmente de arena negra. Las pocas playas de arena blanca natural de San Vicente se encuentran en el sur de Kingstown: Greathead Bay, Calliaqua Bay y Young Island. La playa de arena negra de Buccament Bay se recubrió artificialmente de arena blanca importada.
Al contrario que en San Vicente, Las Granadinas son realmente atractivas por sus costas. Islas minúsculas, muy conocidas por la transparencia de sus aguas y la blancura de la arena de sus playas. Los islotes de Tobago Cays, entre los más conocidos del archipiélago, son bajos y tienen una vegetación exuberante y unas hermosas playas de arena fina, formando un parque nacional marino.
Bequia, con tan sólo 18 km², es la más grande de las Granadinas. Un gran número de veleros y transatlánticos atracan en este remanso de paz, muy frecuentado por los turistas. Por encima de todo, destacan el ambiente de indiferencia y las bonitas casitas de Port of Elizabeth.
Moustique, de 6 km², pertenece a un millonario inglés y está reservada a la alta sociedad. Estrellas como David Bowie o Mick Jagger vienen a relajarse a escondidas en estas suntuosas propiedades. Con la intención de juntar personalidades burguesas y de la industria del espectáculo, el Cotton House, un precioso hotel instalado en una casa colonial, abre sus puertas sólo a unos cuantos huéspedes privilegiados. Este pequeño paraíso está rodeado por magníficos bancos de corales y bordeado por cocoteros y playas de ensueño. Cuenta con el bar más conocido de las Granadinas, el Brazil Bar, construido sobre pilotes frente al fondeadero.
Los 8 km² de Canouan, recientemente acondicionados con infraestructuras hoteleras muy íntimas, reservado para unos pocos visitantes, cuentan con bonitas playas como Carenage Bay, Charlestown Bay y New Bay. Al norte, hay unas cuevas para ir de excusión.
La pequeña isla de Mayreau tiene la particularidad de estar en su inmensa mayoría bordeada por playas tranquilas de arena dorada como la hermosa Saline Bay. Situada en el norte de Union Island, es la más pequeña de las islas comunicada diariamente por el "Speed boat" entre islas. En el norte de la isla, el Mount Carbuit solo está unido al resto de la isla por una franja de arena, ¡muy fotogénico! Al este de Mayreau, los cinco islotes de los Cayos de Tobago forman, sin duda alguna, la parte más famosa del archipiélago de las Granadinas. Los azules increíbles del agua encerrada por una vasta barrera de coral convierten al lugar en una parada obligatoria para los cruceros de vela. ¡Impresionante! Si no vas de crucero, tienes la opción de realizar una excursión durante el día o medio día saliendo de casi todos los hoteles de San Vicente y las Granadinas.
La Unión es la isla más montañosa de las Granadinas. Como muchas de estas islas, embauca a los deportistas náuticos más exigentes.
La idílica Isla de la Palmera, propiedad de los Caldwell, guarda un hotel muy tranquilo entre la playa y un palmeral. Se trata de una isla privada, con un hotel construido en un viejo fuerte y villas de lujo con vistas al mar.
Un crucero en velero es, claramente, la manera más sencilla de visitar el archipiélago. El único contratiempo es que la mayoría de los cruceros salen de Martinica y se detienen muy poco en la gran isla de San Vicente, ¡y la verdad es que es una pena! En cuanto a las embarcaciones, el catamarán de turismo es el rey, pero hay muchas posibilidades, según el tiempo y el presupuesto del que disponga.
San Vicente y las Granadinas es un auténtico paraíso terrenal. Tanto sus paisajes como sus parajes están bañados por el sol y por una gentileza que solo encontramos en el Caribe. No en vano el archipiélago resultó escogido para el rodaje de la película Piratas del Caribe. De hecho, San Vicente había estado realmente invadido en el pasado por los bandidos que consideraban que la isla era su guarida. Las bahías ocultas entre los golfos claros como la Admiralty Bay son lugares perfectos para relajarse y olvidarse de los problemas cotidianos.
Así que ya lo sabe: si aun esta pensando en ese lugar ideal para sus próximas vacaciones y es uno de esos viajeros a los que les interesa descubrir destinos perfectos que se salen de la cotidianidad, San Vicente y Las Granadinas lo están esperando.